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¿Animación lectora? Dejad que los niños lean

¿Animación lectora? Dejad que los niños lean

¿Animación lectora? Dejad que los niños lean

La animación a la lectura

Llega un momento alrededor de los 4 ó 5 años, en que padres y profesores inician una cruzada: que los niños lean. Aparecen entonces un sin fin de recetas de “animación a la lectura”. Que si los niños deben leer 15 minutos al día, o quizá 20 minutos. Que si deben leer en voz alta o en silencio. Mejor libros con letra manuscrita, o con letra de imprenta, o con pictogramas…

En su defensa hemos de decir, que cuando un niño no se “engancha” a la lectura antes de los 9 años, es más complicado que adopte hábitos lectores después.
Pero a veces el afán de inculcar este tipo de hábitos, llega a cegar la consciencia de padres y maestros. Hasta el punto de prohibir ciertas lecturas, e imponer tiempos y frecuencias con tal ahínco que consigue el efecto contrario: rechazo.

Lo que los niños quieren leer

Los niños leerán si disfrutan leyendo. Si no, se irán a hacer otra cosa.

Y en esa tierna etapa de nuestra vida, hemos de entender, que los niños puedan encontrar lecturas más emocionantes que la de un libro sobre un niño que no quiere sopa. Por ejemplo, puede ser mucho más interesante leer los ingredientes de la caja de cereales, el cartel en la puerta de la farmacia, los titulares de las noticias, los nombres de los jugadores en los cromos de fútbol, un cómic o una revista del corazón.

De manera recurrente vemos a padres y maestros impedir que el niño lea cómics, álbumes de cromos o revistas. Le exigimo que lea libros que, al peque, le parecen aburridos.
Y a nuestra edad adulta, ya deberíamos saber que sobre gustos no hay nada escrito, y en literatura tampoco. De la misma forma que nosotros tenemos nuestros propios gustos literarios, los niños deben forjarse el suyo propio y solo ellos pueden hacerlo.

Eligiendo sus propias lecturas, sean las que sean

Por eso, lo primero que debemos hacer es entender que lecturas le gustan. Y cuando digo lecturas, no hablo necesariamente de libros. Quizá las primeras lecturas sean latas de conserva y es algo fantástico e interesante.
Incluso cuando lleguemos al momento de elegir libros, de la misma manera que nosotros preferimos policiaca, histórica o ficción, ellos también deben poder elegir libremente.

Debemos permitirles probar libros, temáticas, tipografías, y formatos e ir forjando sus gustos.

Y sí, debemos permitir que dejen un libro sin acabar. ¿Acaso tú nunca lo has hecho?